¿Necesito ayuda psicológica?
Un dato interesante: se estima que aproximadamente una de cada cuatro personas necesita tratamiento psicológico o psiquiátrico en algún momento a lo largo de su vida. Vivimos en un mundo con infinitas posibilidades y oportunidades, pero que a cambio nos encara con demandas muy intensas, a veces parece que insuperables. Buscar ayuda en nuestros seres queridos suele ser la primera opción. Sin embargo, en ocasiones, aunque lo intenten con todo su cariño tampoco son capaces de ayudarnos. Puede que sea un buen momento para acudir a un profesional.
"Cuanto antes busquemos ayuda, antes empezaremos a sentirnos mejor. Puede que nuestro problema se solucione solo, pero ¿y si no fuera el caso?"
Una vez descartado un problema médico, existen señales que generalmente nos indican que muy probablemente estamos ante un problema psicológico. Esto no significa que sea grave, ni vergonzoso. Significa nada más y nada menos que algo en nuestro funcionamiento se ha desajustado y nos hace sentir mal.
1 Si nuestro malestar interfiere en nuestra vida cotidiana
Puede que sea el momento de buscar ayuda en caso de que empecemos a tener la sensación de que nuestro malestar psicológico no nos deja hacer nuestra vida como antes. Hablamos de disminución del rendimiento en el trabajo o en los estudios, de problemas familiares, de pérdida de la calidad de nuestras relaciones sociales o de las actividades de ocio.
2 Sentimos angustia o vacío durante demasiado tiempo
Quizá el malestar es tan intenso que nos provoca angustia. Quizá la tristeza, la apatía, o la falta de ilusión nos hacen pensar que la vida no tiene sentido. Puede que nos cueste mucho encontrar algo positivo a nuestro alrededor, personas incluidas. Aparece la sensación de que algo no anda bien en nosotros, de que nadie nos entiende y de que a nadie le sucede lo que a nosotros.
3 Las personas que nos rodean se han dado cuenta de tenemos un problema
Pareja, familia, amigos… puede que alguien esté preocupado por nosotros y nos lo haya comentado. Quizá nos hemos sentido heridos porque no hayan elegido la mejor manera de decírnoslo. Pero en el fondo, han removido algo en nuestro interior, hemos captado la señal. El problema pudiera ser el contrario. Hemos acudido a los nuestros para desahogarnos hasta llegar a desgastarles.
4 Hemos intentado sin éxito solucionar nuestro problema
Has tenido el valor de enfrentarte a tu malestar, pero los recursos que habitualmente nos han funcionado esta vez no lo han hecho. Buenas herramientas como los libros de autoayuda, el ya mencionado recurso de nuestros seres queridos o simplemente tratar de distraernos no siempre dan resultado. También es posible que hayamos empezado a recurrir a la automedicación o al abuso de sustancias, con los riesgos que ello conlleva, como un modo de evasión.
¿Después de leer esto piensas que puedes necesitar ayuda de un profesional?