Psicología infantil y juvenil
Cuidando de lo que más nos importa
PSICOLOGÍA INFANTIL Y JUVENIL
En los últimos tiempos se están patologizando conductas que antes no eran mencionadas o al menos no con el cariz que se les da actualmente. Por ello es muy común escuchar aquello de "Ahora resulta que todo es una enfermedad" o "Ahora dicen que si mi hijo es revoltoso es que está enfermo". A nosotros también nos preocupa que pueda llegar a darse una patologización de la vida diaria. Sin embargo, esto no quita que haya problemas psicológicos reales en la infancia. Creemos que las preguntas que hay que hacerse deberían ser:
Esto que le pasa a mi hijo, ¿Le hace sufrir? ¿Le puede pasar factura más adelante? ¿Se está viendo afectado el sistema familiar? ¿Puede estar influyendo en un bajo rendimiento escolar?
De cualquier manera, las problemáticas que se dan en los niños y los adolescentes no son las mismas.

PSICOLOGÍA INFANTIL
La niñez es un momento clave, evolutivamente hablando, para el desarrollo psicoemocional de los niños. Cada vez son más comunes las dificultades que nos encontramos en los más pequeños de la casa, tanto de aprendizaje como de comportamiento. Problemas como la dislexia, la enuresis o problemas para establecer rutinas hacen que la vida de los pequeños se vea afectada. Y esto puede repercutir tanto a nivel individual, en las relaciones en casa, como con sus iguales. También a nivel escolar puede reflejarse de alguna manera; si no ahora, con el transcurso del tiempo. Una atención a tiempo puede prevenir un problema mayor en el futuro.
La terapia con niños es diferente que la que se practica con adultos. Se hace de manera que para ellos parezca un juego, por lo que una vez superado el problema, siguen con su vida casi sin recordar cuando sus padres les llevaban a la consulta.

PSICOLOGÍA DE ADOLESCENTES
Al mismo nivel que en la infancia, la adolescencia es otro de los dos momentos claves en el desarrollo de la personalidad de nuestros hijos. Es una etapa de muchos cambios y esto puede reflejarse en problemas con la identidad, con conductas de riesgo y, en general, problemas que resultan difíciles de abordar desde el entorno familiar.
Con la terapia para adolescentes trabajaremos todas estas limitaciones y problemáticas con el fin de conseguir una estabilidad y una personalidad sólida sobre la que sustentar todos estos cambios. Nuestro objetivo es fomentar su individualidad y su capacidad para decidir por si mismo, con responsabilidad.
